miércoles, 5 de noviembre de 2008

Mi casa, una bolsa de patatas

Está todo oscuro. No veo nada. Un extraño olor a queso me embriaga.
Me siento comprimido.
De repente suena un ruido ensordecedor, aparece un resquicio de luz.
Una sombra se cierne sobre la pobre luz; después más luz; de nuevo sombra.
Cuando se aclara la oscuridad veo un fondo azul.
Qué extraño.
¿Será esto lo que llaman Cielo?
De repente, ese bonito techo azul se ve nublado por una enorme bestia,
carece de boca u orificio alguno,
en su lugar tiene cinco largas extremidades y
se dirige directamente hacia mí.
Me aferra con dos de sus largos y carnosos brazos.
Me eleva, me va abriendo paso hacia el exterior de mi cárcel oscura.
La luz me ciega mientras escucho....
``¡Te lo cambio!´´


``Memorias de un tazo.´´

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