De la noche de Reyes, recuerdo que mi padre nos hacía limpiar la pila de la bomba del agua. La volvíamos a llenar con agua limpia, era "para que bebieran los camellos". Para los Reyes, mi padre dejaba la botella de anís, tres vasos y galletas: "Hace mucho frío"- decía.
La puerta del corral también la dejábamos abierta para que pudieran entrar.
El día de Reyes las galletas no estaban, el agua tampoco, la puerta estaba cerrada y allí estaban los regalos.
Maribel
Recuerdo que unos días antes mi madre y mis tías se juntaban para hacer rosquillas y mantecados porque la economía no era muy boyante y no se podía comprar mucho, sólo un poquito de turrón.
En Nochebuena y Nochevieja nos juntábamos cada noche en una casa, todos, tíos, primos y abuelos, y más que comer lo que hacíamos era cantar, tocar panderetas y zambombas. Lo pasábamos genial. No nos acostábamos en toda la noche. Y un recuerdo que tengo muy grabado es de un año de Reyes que me trajeron una cocinita de plástico y estuve una semana con ella en las manos. Cada vez que salía a la calle, me la llevaba para enseñarla. ¡Qué tiempos tan bonitos, y qué pena porque ya no volverán!
Mari Jose
Yo esperaba la Navidad muy ilusionada. Era la fiesta más feliz porque nos reuníamos toda la familia: mis padres, abuelos, tíos y primos.
Cenábamos cardo típico de Navidad y pollo de corral, todo criado en casa. Los Reyes eran una ilusión para mí y para mi abuelo. Le poníamos el zapato con maíz y agua. A mi abuelo le ponían una bota de vino y para mí, material escolar. No había para más.
Pilar
Recuerdo la Navidad cuando estábamos toda la familia junta, cenando alrededor del hogar cantando, bailando y escuchando música. Después por la noche íbamos todos al árbol de Navidad a coger los regalos y nos poníamos todos muy contentos. Esos recuerdos eran muy bonitos y felices porque nos reuníamos todos.
María
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