Hace unas semanas escuché en las noticias que una señora de 60 años fallecida en el 2008 había dejado 9 millones de euros para la protección de los animales, entre ellos, el borrico y el lince. Concretamente, lo había dejado a tres asociaciones: la Asociación Nacional Amigos de los Animales, Parque Doñana, y ADEBO, con sede en Rute, Córdoba.
Esto sí que es verdadero amor por los animales, no como muchas personas que se compran un perrito porque cuando son pequeños, son muy bonitos y cuando son mayores los abandonan en mitad de una carretera.
GRACIAS, señora sin nombre, que naciste con un corazón lleno de amor que supiste dar a los más desprotegidos, un corazón lleno de bondad para los más indefensos, un corazón lleno de generosidad para los más cariñosos y fieles animales de compañía.
Manuela Rodríguez Pozo
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